Hotel Caballo Blanco I

Hace un par de semanas, y aprovechando que volvíamos a reunirnos el fin de semana aquí en El Puerto, estuvimos hablando de algunos posibles abandonos interesantes que podíamos visitar y fotografiar, así que nos pusimos manos a la obra.

En varias ocasiones había pasado por delante de este hotel, y me había quedado mirando la posibilidad de entrar, pero como no se daba la ocasión de juntarnos...no iba a entrar sola ni loca!! Así que se nos presentó el momento ideal. 

Imagen de la entrada principal del hotel tomada de la página de booking, donde a día de hoy sigue apareciendo, aunque como es normal...no admite reservas.

Cuando llegamos a la valla del hotel, pensamos que aunque tenia un enorme agujero por el que entrar, tal vez sólo pudiésemos acceder a los jardines, pues las ventanas y puertas tenían unas parrillas de hierro que habían colocado para evitar que nadie pudiese acceder, pero para nuestra sorpresa, una de las parrillas de una ventana, había sido arrancada dejandonos libre acceso por la misma.

 Entrada al hotel desde los aparcamientos del mismo.

 Imagen desde la puerta de entrada anterior.

Jardines del aparcamiento privado del hotel, al que daban las ventanas de los pasillos de acceso a las habitaciones.

Nada más entrar por la ventana que comenté, nos encontramos con este largo pasillo al que daban todas las habitaciones de este ala del hotel.

Detalle de la salida a los jardines desde una de las habitaciones.

En una de las pocas mesillas de noche que aun quedaban, encontramos esta radio, que suponemos formaba parte del equipamiento de las habitaciones del hotel.

En el pasillo, encontramos también estas puertas que tenían dentro una serie de tubos medio arrancados, que supongo que serian para mantenimiento y control de agua, aires acondicionados y demás...

 La naturaleza empieza a tomar posesión de la construcción.

Al fondo del pasillo, a la izquierda, encontramos la antigua salida de emergencia y hacia la derecha otro nuevo pasillo con muchas mas habitaciones.

Restos de un antiguo televisor dentro de una de las habitaciones.

Dentro de otra de las habitaciones encontramos esta montonera de telefonillos que alguien se habría entretenido en recoger.

Al final del pasillo, justo antes de salir a lo que fue la recepción del hotel, nos encontramos numerosos folletos turísticos, periódicos y los restos del armario de llaves que aun conservaba algunas.

Llegamos a recepción, y esto fue lo primero que vimos. Muebles apilados y tirados por todas partes y escombros de algunas paredes rotas.

El mostrador de recepción se conservaba bastante bien.

Parte trasera del mostrador de recepción donde vemos los casilleros para la correspondencia y otros documentos de las respectivas habitaciones.

Tras el mostrador de recepción, una calculadora algo machacada por algún vándalo.

Había bastantes escombros en esta zona, pero la parte trasera se conservaba bastante bien.

Restos de una fuente que tendría el hotel en la zona de recepción.

En la parte trasera de la fuente,en la zona de recepción, estaba esta habitación y esta barra,que creo que serian los restos de la cafetería.

La zona de recepción del hotel era muy amplia, y al fondo tenia estas amplias cristaleras con vista y salida a los jardines.

Los numerosos muebles que encontramos tirados por toda la recepción, eran los armarios del minibar de las habitaciones, que por razones desconocidas, alguien había trasladado a este lugar.

Vistas a el jardín desde recepción. 

Desde recepción, se accedía al gran salón comedor del hotel. La verdad es que aunque estaba muy deteriorado por todos los destrozos que había sufrido, a mi me seguía pareciendo bonito.

Puerta de salida de la cocina hacia el salón comedor.

En los próximos días, continuaré con nuestra visita a este hotel y os contaré algunos detalles de su historia, que he ido recopilando.

Espero como siempre, que esta primera parte del reportaje os haya gustado.